Oh, baby don’t you want to go,
Oh, baby don’t you want to go,
Back to the land of california,
To my sweet home chicago.
Now one and one is two,
Two and two is four.
I’m heavy loaded, baby
I’m booked, i gotta go.
Cryin’, baby,
Honey, don’t you want to go.
Back to the land of california,
To my sweet home chicago.
Una letra de desarraigo escrita por un apátrida, un motivo "baby, i gotta leave you", y una guitarra agresiva y estridente. Sweet Home Chicago tiene todos los ingredientes de hit del rock. Y lo ha sido unas cuantas veces. Os invito, queridos lectores, a repasar unas cuantas versiones de una canción cuyos orígenes están dispersos en la bruma del América profunda de principios del siglo XX.
Robert Johnson
Robert Johnson suena a bar de carretera sucio y polvoriento. A fantasma de las calurosas plantaciones de azúcar de la América Profunda. Escuchar la vieja grabación original de Sweet Home Chicago, realizada en 1937 en un estudio de mala muerte de San Antonio (Dallas), es un billete de ida al pasado. El deje de amargura en la voz, unos punteos de guitarra que parecen lamentos... Todo alimenta la leyenda de Robert Johnson, el abuelo del rock moderno.
Una leyenda de la que se sabe poco con certeza: que nació en Mississippi, que se casó dos veces, que su primera esposa murió embarazada, y que Johnson falleció con veintisiete años y sin autopsia. Y su legado, dos fotografías (ésta y ésta) y dos breves sesiones de grabación de las que salieron veintinueve canciones. El resto, mitología: que vendió su alma al diablo a cambio de tocar como nadie la guitarra, que murió envenenado por un marido celoso de una mujer con la que Johnson coqueteaba, que podía tocar cualquier canción que escuchase en la radio aún sin prestarle mucha atención...
De todos modos, se pueden rastrear los orígenes de Sweet Home Chicago más allá de Robert Johnson. La canción es una variación de Old Original Kokomo Blues, grabada en 1934 por el bluesman James 'Kokomo' Arnold. Johnson tomó partes de la letra, pero cambió los acordes. Los orígenes, a su vez, de Old Original Kokomo Blues son difíciles de rastrear. Al parecer, era una canción popular que varios bluesmen solían tocar, hasta que Kokomo Arnold la convirtió en un gran éxito de la época. Una versión anterior que hoy conservamos es la de Scrapper Blackwell, que data de 1928.
Los Salvajes
Los Salvajes representan la versión más patria de la canción. Asimilando el nuevo sonido blues, los denominados "Rolling Stones" españoles" grabaron su propia versión adaptada a nuestro idioma, una práctica muy común en los 60.
Es muy posible que el grupo barcelonés se apuntase a versionar la canción tras escuchar las interpretaciones que bluesmen populares de la época, como Alexis Korner, Freddie King o Luther Allison realizaron en los 60 y que contribuyeron a repopularizarla.
The Blues Brothers
Los Blues Brothers firman la versión más festiva del tema. A la canción de Johnson le añadieron las secciones de viento y la ambientación del directo. Y de paso, parieron uno de los megahits de los 80. La banda, nacida en principio de un número musical de Saturday Night Live, arrasó gracias a su interpretación de clásicos del blues como este o Everybody Needs Somebody to Love, cuya primera versión grabó el recientemente fallecido Solomon Burke en 1964.
Eric Clapton
No podía faltar en la lista. Clapton es en gran medida el "culpable" de que Robert Johnson haya sido una gran influencia en el desarrollo del rock desde los 60. Fanático confeso del blues y en especial de las canciones de Johnson, Clapton inició en los sesenta el viraje del rock and roll hacia el sonido "duro" del blues, desde la banda de John Mayall, los Yardbirds y, sobre todo, su power trio Cream. Otros grandes como Jimi Hendrix o Led Zeppelin siguieron la misma estela de blues rock, y la consecuencia fue el nacimiento de géneros como el rock duro o el heavy metal.
En 2004, Clapton lanzaba dos álbumes al mercado: Me and Mr. Johnson y Sessions for Robert J., ambos una tributo y homenaje a Robert Johnson, su gran "mentor". Todo el contenido eran versiones de sus canciones, entre las que se encontraba, por supuesto, Sweet Home Chicago.
Además de la versión de estudio, una de las interpretaciones más reseñables de Clapton fue la que hizo en directo con Buddy Guy, uno de los bluesman más prolíficos y activos que siguen sobre el escenario.
Peter Green
Peter Green, guitarrista de Fleetwood Mac y fundador de la banda británica, es otro hijo del blues. Y al igual que Clapton, se formó en una de las mejores escuelas: la banda de John Mayall, los Bluesbreakers.
Hasta su conversión al mainstream y viraje al pop, a mediados de los 70, Fleetwood Mac fue una de las bandas que siguió la estela del blues rock. Y Peter Green, que abandonó el grupo en 1970, siempre ha permanecido fiel al blues con su actual formación, Peter Green Splinter Group.
Foghat
Foghat y su versión de Sweet Home Chicago son el ejemplo de cómo los géneros alimentan a otros, se complementan y dan lugar a cruces en apariencia imposibles. Porque la banda es una de las formaciones más exitosas del stoner rock, un sonido áspero y seco derivado del cruce de hard rock con rock alternativo y caracterizado por afinaciones graves de guitarra, bajos pesados y tempos lentos. Sus grandes representantes son los Queens of the Stone Age.
Sin embargo, dentro de las limitaciones del género, Foghat -populares gracias a su hit Slow Ride- son conocidos por indagar en las raíces del rock eléctrico y los géneros derivados del blues y la música americana. Tanto que su indagación llega hasta el abuelo Robert Johnson y su Sweet Home Chicago.
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