martes, 21 de diciembre de 2010

Gazprom-Eni: Los gigantes del gas

La preocupación de EE. UU. ante la amistad Putin-Berlusconi, desvelada por las filtraciones de Wikileaks, revela un temor al control ruso del gas europeo.

El 8 de agosto de 2008, las relaciones entre Italia y EE. UU. se tensan. En plena crisis por la Guerra de Osetia del Sur, Italia apoya la entrada de tropas rusas en Georgia. La postura entorpece los esfuerzos de la Unión Europea y EE. UU. para evitar que la declaración de guerra -lanzada por Georgia y posteriormente respondida por Rusia- prospere.


Este apoyo incondicional de Italia a Rusia empuja al gobernador norteamericano, Ronald P. Spogli, a presionar a Berlusconi para que reconsidere su postura.

La reunión no da frutos. Berlusconi no recibe al embajador. Éste amenaza a Gianni Letta, número dos del primer ministro, con retirar el apoyo de EE. UU al gobierno de Berlusconi -entonces recién formado-. Aún así, Letta no da una respuesta inmediata, pese a que Berlusconi se encuentra en la habitación de al lado.

La escena, que hoy conocemos con detalle gracias a uno de los cables recientemente filtrados por Wikileaks, refleja una situación que trae de cabeza a la diplomacia de EE. UU: la amistad entre Putin y Berlusconi, que determina las relaciones entre Rusia e Italia.

Relaciones preocupantes
Un funcionario de la embajada italiana en Moscú es la fuente de información de otro de los cables filtrados. «La propia embajada y Franco Frattini -ministro de exteriores italiano- a menudo conocen las conversaciones entre Berlusconi y Putin después de que se produzcan, y con muy pocos detalles», afirma.

Los diplomáticos confirman esta visión: Berlusconi es el único piloto en las relaciones con Rusia. Su amistad con Putin, muy estrecha, preocupa a los diplomáticos.

El gran causante de las prolíferas relaciones ruso-italianas, más allá de simpatías personales -que según los cables las hay, y muchas-, tiene un nombre: Gazprom. La mayor extractora de gas natural del mundo y la mayor compañía rusa.

En 2005, el gobierno de Putin se hace con su control. Desde entonces, su crecimiento ha sido imparable y su relación con la política interior muy directa.


A Gazprom le debe Rusia buena parte de su prosperidad económica. De la que Putin saca partido, ya que se ha construido la imagen política del hombre que sacó al país de la crisis de los 90.

En el exterior, el obstáculo para Gazprom ha sido una Europa que trata de evitar a toda costa la dependencia energética de Rusia. Una batalla que se está perdiendo, visto el crecimiento de la compañía, la debilidad competitiva de Ucrania -el gran rival europeo en el negocio del gas- y la jugosa alianza con la italiana ENI.

Este último punto es clave en la preocupación norteamericana. ENI, una multinacional petrolífera, es la compañía más grande de Italia. Y el gobierno italiano, su principal accionista. Su entrada al mercado del gas la han posibilitado sus alianzas con Gazprom, fruto de la buena relación de los gobiernos ruso e italiano. El creciente poder de la compañía rusa debe mucho a esta unión. Los gasoductos que ambos están construyendo en el Mar Negro y el Mar Báltico, afirman los cables filtrados, aumentarán aún más la dependencia energética de la UE hacia Rusia.

En otra conversación filtrada, las declaraciones de Paolo Scaroni, consejero delegado de ENI, en una reunión con la embajada de EE. UU. dejan clara la influencia de las relaciones políticas: «Es mejor tener el gas directamente de Rusia y evitar futuras disputas con Ucrania».

El conflicto de Georgia provocó tensiones puntuales entre EE. UU. e Italia, y Rusia terminó acatando el plan de la UE. Pero la alianza Gazprom-ENI se presenta como una fuente de preocupaciones con mucho futuro.


Los principales acuerdos entre ENI y Gazprom

05.05.2005
Berlusconi, acusado de lucrarse con el gas
Tras los primeros acuerdos de Rusia con Italia para el sumnistro nacional de gas , Gazprom elige a CEIG para la gestión: una compañía cuyo 33% pertenece a Bruno Mentasti, socio y amigo de Berlusconi. La prensa italiana acusa a Berlusconi de actuar con intereses personales.

30.06.2006
El gasoducto «Corriente Azul»
Alexéi Kúdrin, ministro ruso de Hacienda, anuncia que Gazprom y ENI firmarán un acuerdo para la construcción conjunta del gasoducto «Corriente Azul», que atravesará Turquía. Adelanta también proyectos en Israel, Grecia y el sur de Italia.

14.11.2006
Rusia accede al mercado italiano
ENI y Gazprom firman un acuerdo de «cooperación estratégica». Tras un año de negociaciones, la compañía rusa consigue el suministro directo de gas a Italia. También se hace oficial el acuerdo para la construcción de «Corriente Azul».

23.06.2007
El gasoducto «Corriente Sur»
Alexander Medvedev -por entonces presidente de vigilania del consejo de Gazprom- y Paolo Scarioni- presidente de ENI- acuerdan la construcción de otro gasoducto, el «Corriente Sur», que unirá Rusia con Bulgaria a través del Mar Negro.

15.05.2009
Ampliación del «Corriente Sur»
Gazprom y ENI acuerdan duplicar la capacidad de trasiego del gasoducto hasta los 61.000 millones de metros cúbicos anuales. Firman además convenios con bulgaria, Grecia y Serbia para extenderlo a nuevas zonas europeas. El coste estimado se dispara a los 10.000 millones de euros

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