jueves, 1 de septiembre de 2011

Las diez mujeres próximas al poder árabe más mediáticas



Aunque el poder árabe sigue siendo un asunto masculino, las mujeres próximas a los centros de decisión absorben cada vez más atención de los medios internacionales. La lista que le proponemos reúne a las diez más reseñadas por su belleza y su elegancia, aún cuando algunas de ellas provienen de monarquías absolutas y dictaduras corruptas de dudosa simpatía.


Rania Al Abdalá
Una palestina a la europea

Reina consorte de Jordania. Rania no necesita presentación. Archipresente en la prensa rosa mundial, la reina jordana, de 41 años, es una de las mujeres árabes más conocidas. Su belleza puede rivalizar hasta con la de Carla Bruni, y su tendencia pro-occidental es muy apreciada en Europa. Nacida de padres palestinos y educada en Kuwait, es el ejemplo perfecto de cómo una mujer guapa y con dinero puede desmontar más tópicos sobre el mundo árabe y el islam que cientos de organizaciones culturales. Sin embargo, hay sectores dentro de Jordania que no la aprecian tanto: en las protestas que surgieron por efecto contagio de la «primavera árabe» en su país, algunos grupos opositores la acusaron de usar fondos del Estado para promover su imagen en el extranjero, criticaron que la reina tenga un poder de decisión en el Ejecutivo que no está recogido por la Constitución y llegaron a pedir al Rey que se divorciase ante el temor de que sus raíces palestinas la lleven a favorecer a este sector de la población. Abdalá II no parece haberles hecho caso. Una mujer que colma las listas de las más bellas no debe ser fácil de dejar.

Asma Al Assad
Desde Londres con glamour

Primera dama de Siria. En un claro ejemplo de cuándo no es oportuno publicar un reportaje, Vogue dedicó a Asma, de 36 años, un número titulado «Una rosa en el desierto» en el que alababa el glamour y el cosmopolitismo de ella y su marido. El problema es que salió el pasado mes de marzo, cuando su marido, el presidente sirio Bashar Al Assad, estaba atendiendo a asuntos no muy glamourosos: ordenar a su Ejército que disparara contra las manifestaciones ciudadanas de protesta. Aunque de padres sirios, Asma nació y se educó en Londres (es titulada en informática y literatura francesa), donde su familia emigró desde su país natal. Volvió a Siria al casarse con el presidente en 2000. De Europa se llevó una belleza más francesa que árabe y un aprecio por la moda y las marcas occidentales. El gusto por la democracia, al parecer, se le olvidó en las islas británicas.

Aisha Gadafi
La Claudia Schiffer árabe
Hija del exdictador de Libia. Está claro que los buenos años han pasado para Aisha, una abogada de 35 años. Cuando la prensa rosa aún buscaba exotismo en el régimen de Muamar Gadafi se la llegó a conocer como la Claudia Schiffer árabe, gracias a su melena rubia y su figura. Aunque representa a la parte más inofensiva de la estirpe de Gadafi, la diplomacia con Occidente no ha sido su fuerte. En 2000, dos años después de que se alcanzasen los acuerdos de paz en Irlanda del Norte, Aisha dio un discurso en el Speaker's Corner londinense en apoyo del IRA. En 2004 se presentó voluntaria para unirse al bufé de abogados que defendió a Sadam Hussein. La imagen del exdictador ahorcado permite colegir que no hizo demasiado bien su trabajo, lo que no le impidió embarcarse en otro proceso polémico: dirigió el grupo de defensa del periodista iraquí que le lanzó sus zapatos a George W. Bush. Los saqueos de su mansión han demostrado que Aisha se quiere mucho: uno de sus tesoros era un sofá en el que aparecía esculpida ella misma con cuerpo de sirena.

Iman bint Al Hussein
La princesa soldado
Princesa de Jordania. Iman, la hermana de 28 años del Rey Abdalá II, es una cara menos conocida de la monarquía jordana, aunque se trata de una mujer de armas tomar: tras cumplir el servicio militar con 19 años, la princesa decidió ingresar en el Ejército, donde ha ido escalando rangos. Sus ojos verdes, su soltería y su aparición en la lista de los 20 jóvenes con sangre real más deseados de la revista Forbes le han granjeado bastantes seguidores.

Mehriban Aliyeva
La coqueta comprometida

Primera dama de Azerbaiyán. En el último festival de Eurovisión, la victoria de la joven representante de Azerbaiyán, Nigar Jamal, quedó eclipsada cuando el presidente del país, Ilham Aliyev, emitió un comunicado de felicitación junto a su esposa. Las miradas de muchos internatutas se posaron en ella: la exuberante Mehriban Aliyeva, de 49 años, el rostro más conocido de una de las familias más ricas del país. Entonces descubrieron su tendencia a regalar sensuales posados fotográficos y a lucir escotes en los actos oficiales: a su marido parece gustarle exhibir a la primera dama. Incluso atrajo la atención de los embajadores estadounidenses que, en un cable que Wikileaks filtró posteriormente, destacaron su compromiso con organizaciones humanitarias (que le ha valido premios de Francia y la UNESCO)... y sus operaciones de bótox y cirugía plástica.

Wafah Dufour
Una modelo explosiva

Sobrina de Osama Bin Laden. Wafah Dufour, de 36 años, utiliza su apellido materno. Su nombre original es Wafah Bin Laden, y su padre, el saudí Yeslam Bin Laden, es hermano del fallecido terrorista. Wafah, ciudadana estadounidense nacida en Los Angeles, tiene raíces árabes, iraníes y suizas. Y, a juzgar por las fotos que dejó su época de modelo, ha heredado los mejores genes de cada raza. No tiene ningún contacto con su familia paterna y su carrera como modelo no tuvo demasiado éxito. Quizá, para Estados Unidos, era demasiado... explosiva. Ahora graba en Londres su primer disco, reconvertida en cantante de punk alternativo.

Mozah bint Nasser
Del exilio al trono

Jequesa de Qatar. Mozah pasó su infancia en el exilio en Egipto. Su padre fue un conocido opositor al emir Khalifa bin Hamad. Pero ella reconcilió a su familia con el poder qatarí al convertirse en la segunda (y favorita) de las tres esposas del emir heredero, Hamad bin Khalifa, que depuso a su padre con un golpe de Estado en 1995. Mozah, que con unos 59 años muy bien llevados lo único que tiene de «moza» es el nombre, es la única de las tres esposas con vida pública conocida (dirige una ONG educativa), impulsada por la imagen de elegancia que le alimentan los medios occidentales, entusiastas con su estilismo, aún cuando la jequesa enseña poco más que los tobillos.

Lalla Salma
Una informática en la corte

Princesa de Marruecos. Mohamed VI eligió a una esposa que ha roto los esquemas tradicionales: una pelirroja de belleza delicada, a la moda occidental y graduada universitaria. Lalla, de 33 años e ingeniera informática titulada, trabajó durante tres años en el grupo ONA, el mayor holding industrial de Marruecos, hasta que se casó con el monarca en 2001. Éste la convirtió en la primera esposa a la que un soberano marroquí ha concedido un título real (el de princesa, aunque ejerce la labor propia de una reina consorte) y ha presentado ante el pueblo y los medios de comunicación. A diferencia de la mujer de Hassán II, que estuvo siempre recluida en palacio cuidando de sus hijos y de la que solo existe una foto, Lalla participa en recepciones oficiales, es una habitual de las portadas y suele vestir marcas como Yves Saint Laurent, Dior o Chanel. Con ella, la monarquía marroquí ha dado un salto de varios siglos.

Leila Ben Alí
La peluquera del sátrapa

Exprimera dama de Túnez. Leila Trabelsi (apellido de soltera), de 54 años, nació en una humilde familia de diez hermanos con un padre peluquero. Ella misma pasó unos años trabajando como peluquera, hasta que una relación con el cuñado de un ministro tunecino le abrió las puertas al entramado del poder. Tras ser denunciada por contrabando, conoció a Zine Al Abidine Ben Alí, entonces director de la Policía de Tunicia, y comenzaron un romance. Se casaron en 1992, cuando Ben Alí ya se había impuesto como presidente del país. Leila aprovechó su destreza con las tijeras para esquilmar el dinero de Túnez en beneficio de su familia, que pasó a convertirse en una gran mafia nacional: los Trabelsi abandonaron la peluquería para dedicarse a crear bancos a los que después pedían créditos millonarios sin garantías, lo que les permitió controlar casi todos los negocios del país. A la vez, la peluquera de Ben Alí creó numerosas organizaciones benéficas, que le valieron reconocimientos como el de Persona del año 2003 en la revista rusa «El mundo de la mujer». Ahora, su nombre figura en otra lista: la de los más buscados por la Interpol.

Sheikha Maitha
La princesa karateka

Hija del emir de Dubai. Lejos del prototipo de delicada princesa árabe de Aladín, Sheika, de 27 años, es una mujer de sangre azul... y cinturón negro. En los Juegos Asiáticos de 2006 ganó una medalla de plata en kárate femenino, y en 2008 participó en los Juegos Olímpicos de Pekín con el equipo nacional de Taekwondo de Emiratos Árabes Unidos. Su padre, Sheikh Mohammed, tiene el poder absoluto sobre Dubai, uno de los grandes emiratos del Golfo Pérsico, y es el primer ministro de Emiratos Árabes Unidos. Pero las llaves de Sheikha también acaparan la atención de los medios. Entre ellos la revista Forbes, que la incluyó en su lista de «Los 20 jóvenes de la realeza más deseados».

No hay comentarios:

Publicar un comentario