martes, 10 de mayo de 2011

El perro que capturó a Bin Laden

Un soldado de las fuerzas especiales de EE. UU. Salta desde un helicóptero junto a un perro entrenado. 
(Foto: Reuters)

Entre los 80 SEAL que participaron en la Operación «Gerónimo» se encontraba un soldado de cuatro patas y fino olfato 
(Publicado en ABC.es)

El comando de elite de los Navy SEAL que participó en la operación de asalto contra la casa de Bin Laden contaba con 80 miembros -aunque no todos estuvieron en Abbottabad-, cuyos datos permanecen en el misterio. Entre ellos hay un soldado muy especial caracterizado por su fino olfato: un perro, probablemente un pastor alemán o pastor belga, según el diario The New York Times. El hecho de que se tratase del único soldado del comando incapaz de caminar sobre dos patas no impidió que Obama lo condecorase el pasado miércoles, junto al resto de sus compañeros.



«Ni un hombre ni una máquina pueden imitar las aptitudes de los perros en los combates», dijo el año pasado el general David Petraeus, comandante en jefe de las tropas de EE. UU. en Afganistán. Actualmente hay más de 600 canes trabajando pata con codo con los soldados americanos en Afganistán e Irak. Y se trata de un número que puede crecer, dado que el mismo Petraeus apuntó que el Ejército necesita más perros.

El currículum de un cánido de guerra bien entrenado es impresionante: olfato, resistencia, velocidad, fuerza, coraje, inteligencia y capacidad de adaptación climática. Los hay inclusos paracaidistas. El record de caída libre lo ostenta «Cara», un perro del Ejército canadiense que, junto a su dueño, saltó en paracaidas desde un avión a más de nueve kilómetros de altura. De una forma similar pudo haber entrado en Abbottabad el soldado cuadrípedo.

El perro anónimo, que participó directamente en el asalto junto a parte del comando condecorado, pudo haberse encargado de detectar explosivos ocultos y trampas dentro de la casa. O bien evitar que, durante los primeros momentos del ataque, los ocupantes de la casa tratasen de huir: un pastor alemán o un pastor belga pueden correr al doble de velocidad que una persona. Y además, su peso hace que al abalanzarse sobre una persona, suelan tirarla al suelo.

Por otra parte, su prodigioso olfato —40 veces más preciso que el de un soldado bípedo— puede detectar a personas dentro de un edificio a más de tres kilómetros de distancia. O bien descubrirlas en su escondite, por muy rebuscado que sea. Es muy probable que los SEAL tuviesen en cuenta que Bin Laden, al igual que Saddam Hussein al ser capturado, podía estar oculto en un agujero en el suelo. Lo que para un cánido de elite no supone ningún problema.

Con todo, los perros no son una novedad en el Ejército estadounidense. Ya participaban en los combates de la Guerra Civil norteamericana y la Primera Guerra Mundial. Aunque su trabajo no se reconoció de forma oficial hasta 1942, en plena intervención de EE. UU. en la Segunda Guerra Mundial. Los actuales canes soldados cuentan con un equipo mucho más puntero que el de sus antepasados pioneros: gafas protectoras, armadura corporal, chaleco salvavidas, máscara antigás, localizadores GPS y chaquetas antiaéreas.

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